A mi abuela, quien cocinó las mejores papas fritas de mi infancia.
La temporada de picking grapes finalmente llegó a Gisborne un poco más tarde de lo normal debido a las intensas lluvias y luego de una semana completa de days off arrancamos por lo primordial: sacar las uvas podridas de los viñedos. Aca en Nueva Zelanda usan máquinas para todo y las wineyards no son la excepción. Así arrancó la temporada entre cosechadoras hidráulicas gigantescas, maoríes son más vagos que argentinos y supervisores intentando controlar lo incontrolable. Arrancamos a la mañana temprano en algún viñedo y cuando lo terminamos pasamos al siguiente, por el momento trabajamos para Hira, un contractor indio que trabaja para Montana (una de las mayores productoras de vino en New Zealand) Y así va la caravana de autos siguiendo al líder hasta el siguiente viñedo y la gente se mezcla y comparte y uno va descubriendo que siempre hay alguien con quien hablar español, ingles, franés, aleman... la caravana multicultural. Mucha música, muchas comida, mucho humo, muchas risas y por sobre todo muchas vivencias. continuar leyendo...
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